Un suspirar...

Carezco de debilidades al momento de escribir, es simplemente el momento en el que me siento frente a los fragmentos de esbozos de algo así como una suerte de sintagma fracturado (si, si.. bien indefinido todo).

El problema, descubrí, es el instante entre la idea y el sentarme, entre la imagen a desglosar a puro abecedario y la conversión a la forma palabra.

Porque puedo caminar mientras escribo retazos de lo que será, puedo soñar mientras lo hago, puedo cantar, sonreír y hasta mirar la tele mientras en mí se bifurca la letra.

Y las letras hablan, hablan a través del rostro de la gente, a partir de lo que le cuentan a su acompañante, a su amiga, al celular, a raíz de una sonrisa perdida al escuchar algo, en unos ojos que miran, en una pizza que se piden, en un suspiro lanzado al aire.

Las letras se me escurren entre miradas, toman formas, dan vueltas y se integran a esas fotografías de lo humano que se esconden atrás de una simple esquina.

Y suspiro porque sonrío y me veo a mi misma sonreír porque los pequeños trozos de sintagmas se construyen en un ir y venir de mariposas en blanco y negro, porque este es uno de esos momentos en los que quedo suspendida porque escribo.

* Foto del atardecer en Colonia. (otro Suspirar)