09 diciembre, 2005

Circularidad de mis días

Suena el despertador.
Lo miro y la pregunta de siempre cobra vida en mi mente: Para que carajo lo pongo tan temprano?????
Vuelvo a cerrar los ojos y me acuerdo que soñé algo y que cuando me desperté en medio de la noche dije: “lo tengo que escribir porque es interesante”.
Nunca lo escribí, obvio. Y ahora no me acuerdo! La puta madre! Y eso que dejé el lápiz al lado de la hoja para anotarlo.
Abro los ojos. Miro la lista que deposito todas las noches al lado de mi cama, esa lista que me indica las cosas que debo hacer en el día y no debo olvidar. Sí, llámenme loca, pero lo escribo porque sino me olvido.
Leo:
Guardar el carnet de la facultad.
Llevar algún apunte para leer en colectivo ante inminente parcial
Llevar llaves de la oficina
Avisarle a mamá que llego tarde porque después de la facu arreglé para ir a tomar unas cervezas.
Pintarme las uñas.
Llamar a Lili y a Pao.
Pienso: “¿es necesario que anote todo esto?”
Me vuelvo a acostar. Quiero dormirme pero no puedo, doy vueltas un rato en la cama haciendo fuerza al cerrar los ojos para tratar de que aquel sueño vuelva., dormito pero no me duermo. Imposible. El daño del despertador ya está hecho. Me levanto.
Mi padre me mira sorprendido. ¿Qué hacés levantada tan temprano? Ay, papá son las siete y viente! Si, por eso, generalmente te levantás a las ocho y pico y salís rajando. Tiene razón y encima me enojo. Se va. Me indica que el café está listo.
Quedo sola, que bueno.
Me acuerdo que cuando me desperté la última vez me había acordado parte del sueño, de ese sueño que me quería acordar. Como es lógico en ese momento no recuerdo nada y vuelvo a decir: la puta madre!
Miro la tele mientras desayuno (desisto del café y solo tomo mate)
Hago zapping una y otra vez. Nada me convence, además mucho noticiero. Paso como un vegetal mirando la pantalla sin ver realmente nada, creo que es porque estoy muy dormida, en realidad no sé porque es.
De pronto, descubro que me tengo que ir porque se me hace tarde y no llego a horario al trabajo.
Me cambio, agarro las cosas y salgo a la calle. La puta madre! No comí ni siquiera una galletita y me está agarrando hambre!
Alguien me grita algo desde un coche que pasa. Pedazo de imbécil!
Llego a la parada del bondi. Me acuerdo que me tenía que acordar de algo pero no me acuerdo de qué.
Subo al 136. Ochenta, por favor.
Lleno.
Una vez más: La puta madre!
En ese momento me digo: “Nota mental: Dejar de putear tanto”
Bueno, puedo leer de parada...NO, no puedo hacerlo porque dejé los apuntes en la cama.
Llego a mi parada. Bajo. Hace calor y yo con camiseta de mangas largas y un saquito “por las dudas”
Pregunta existencial: ¿Por qué cuando hace calor salgo abrigada y cuando hace frío salgo en remera?
Pregunta existencial número dos: ¿Por qué la temperatura del patio de mi casa no es la misma que la de la calle?
Me subo al subte, viajo como una sardina. Antes de entrar a la oficina me prendo un pucho y ahí veo mis uñas completamente desarregladas. Me olvidé de pintármelas o de, aunque sea, despintarlas para que queden todas iguales. No importa, cuando llego a casa las pinto. No, hoy no porque si voy a tomarme una cerveza llego tarde, mejor mañana.
Me dirijo a la oficina, busco como una autómata las llaves en mi cartera..la puta madre! Las dejé arriba del televisor! Llamo al encargado del edificio para que me abra.
Entro a trabajar. Terrible el día. Salgo corriendo hacia la facultad, cuando estoy entrando miro el reloj y descubro que tengo 15 minutos antes de que empiece la clase para ir a la Biblioteca y sacar el libro que la semana pasada no pude porque....
Noooooo, me volví a olvidar el carnet!.
Curso estoicamente, esperando que termine la clase para tener un momentito de paz con mis amigos y unas cervezas.
Me voy al bar. Miro el reloj: las once y media! Me tengo que ir!
Llego a mi casa, mi madre me pregunta porque volví tan tarde. Te dije que volvía tarde, que no me esperaras para cenar. Nos me dijiste nada. Vos siempre te olvidas cuando te digo las cosas. No me dijiste nada. ¿No te dije?
Tengo hambre (menos mal que no dije que no volvía a cenar), como algo, me baño y como estoy cansada, me voy a acostar. Al entrar a mi dormitorio miro el reloj despertador, ese fatídico elemento que todas las mañanas me martilla el cerebro, y descubro que son las doce y media de la noche.
Noooooo, es re tarde y no llamé a las chicas! Al final no hice nada de lo que tenía que hacer, cómo puede ser! Que lo parió!
Otra vez puteo. “Nota mental: no hacer más notas mentales, no sirven”
Me acuesto. No tengo sueño. ¿Dónde está el cansancio que tenía hace un rato? Se me perdió, voy a tener que ir a reclamarlo, pero después porque ahora no tengo ganas (además de perder el cansancio perdí la voluntad).
Respiro. Creo que por primera vez en el día.
Agarro un lápiz y un papel y anoto:
Guardar el carnet de la Biblioteca e ir a la facultad a buscar libro
Llamar a Lili y a Pao
Arreglarme las uñas.
Comer antes de salir
Llevar las llaves
Debajo de camiseta llevar musculosa.
Llevar apuntes
Miro la hoja y pienso: “¿Es necesario que anote todo esto?”
Dejo el lápiz a mano para anotar cualquier sueño que tenga al despertar a la madrugada.
Cierro los ojos y pienso: mañana, juro que mañana hago todo lo que tengo que hacer.....

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