31 marzo, 2007

X [folletín semanal] 6

X comenzó a escuchar un murmullo inentendible de las conversaciones que se desarrollaban a su alrededor mientras navegaba por una nebulosa violácea hacia su despertar definitivo.
Su desmayo había causado tal conmoción que varios seres se arremolinaban en torno a ella efectuando todo tipo de especulación posible: que se esta muriendo, que estaba en pedo, que para mi esta embarazada, que debe haber comido sandía con güisqui y se le acalambraron las piernas, que no, que te acalambras cuando comes y te bañas, que eso es mito, que la leyenda urbana, que pito, que flauta dulce y el miñoncito con manteca.
Abrió un ojo y vio: a su derecha a la estatua a su lado intercambiando opiniones con un vándalo, que qué le hizo Caliope, que no le hice nada, ella ya estaba mal, esta segura?, que si, que no soy suicida, no le podía dar liquido, y a su izquierda a la pequeña m flúor reclamándole agua a Jugus, acusándolo con el dedo meñique al tiempo que embadurnaba su índice en un tarro de dulce de leche con chocolate y Fleder revoloteaba hablando sobre un deporte extraño sobre arena.
Le dolía la cabeza.
Le estallaba.
Abrió el otro ojo y a través de nubes de colores que bailaban animadamente la conga pudo ver en su alrededor cincunférico todos los rostros que antes eran solo sonido e imagen distorsionada y ahora se sumían en un silencio expectante.
Las nubes se fueron, al parecer sintieron que su colorido no era apto para la nube negra refunfuñante y malhumorada que comenzaba a formarse por encima de nuestra letra, X suspiró y dijo:
- Dejen de mirarme así!
Se levantó sedienta como antaño, mareada y, como si fuera poco, de un humor gris plomo.
“Necesito agua” pensaba.
Les dirigió una última mirada y comenzó a caminar en línea recta hacia la cueva por donde había llegado a los dominios de Caliope, cansada y sin ganas de hablar con nadie.
En el medio de su trayecto pudo vislumbrar una bifurcación justo en el medio de aquel túnel y por ahí se dirigió.
Después de caminar un largo rato escuchó detrás de ella una voz que le gritaba que la esperase, que también necesitaba agua. Se detuvo. m la pudo alcanzar y le explicó que después de devorarse el dulce de leche también necesitaba algo de tomar.
- Bueno, vamos juntas.
Así, las letritas siguieron avanzando por aquel pasillo terroso hasta que casi llegando al final pudieron escuchar un murmullo que se asemejaba al tránsito de un arroyo.
Corrieron alocadamente por la bifurcación de la derecha que traía el sonido, corrieron con las últimas fuerzas que les quedaban (m a esa altura ya estaba tan agónica como X), salieron a la superficie después de una barrosa pendiente y se hallaron, efectivamente, en presencia de un arroyuelo hacia donde prácticamente se lanzaron felices.
Tomaron agua hasta saciar su sed pero la ingesta fue tan grande que terminaron secando el cauce. Fue entonces cuando se percataron de dos cosas:
  • a) un cartel que decía “el consumo de agua esta penado por la ley”
  • b) una sirena extravagante que sonaba a todo volumen mientras corría desesperada y botona alrededor de ellas.
m miró a X temerosa, X miró a m resignada y dijo con un suspiro:
- Y ahora qué?
La sirena botona chillaba cada vez más fuerte, X tenía tantas ganas de acogotarla que, ya con las fuerzas renovadas, comenzó a perseguirla con el fin de cumplir su deseo asesino.
En el preciso momento en que la alcanza, posa sus manos en el cuello y la sirena comienza a hacer un ruido difónico llegan al lugar un sin fin de ranas y sapos uniformados que la apresan. m se había refugiado entre los arbustos y pudo pasar desapercibida en medio del tumulto policial y le hizo una seña a X indicándole que iría en busca de ayuda.
Nuestra letra trataba de zafarse pero los resbaladizos y pegajosos animalitos la tenían ya esposada y esperaban al sargento anfibio, el cual llegó cojeando (lo había agarrado un camión en la ruta) y al verla exclamó:
- Es una fugitiva de Alfabetolandia, llevenla a prisión mientras avisamos a las autoridades pertinentes!!
- Quiso asesinar a la sirena!!! – grito una rana más que botona (al parecer, en ese lugar, todos los seres tenían la misma particularidad)
- Si!!! Y además se tomó toda el agua!! – agregó un sapo gordísimo (no decía yo?)
- Queda acusada de intento de homicidio y de trasgresión a ley madre de Sapo City!
X fue llevada a rastras hacia prisión mientras gritaba que ella no era ninguna fugitiva, que era una letra convaleciente, muerta de sed y que porque carajo en su situación no podía tomar agua.
El sargento verde se rascó la cabeza mientras mascullaba que lo acontecido se iba a convertir en un problema entre jurisdicciones.
m había partido corriendo por la cueva en busca de todos pero (si, los adversativos pueden ser terribles en una historia) no recordaba bien el camino y se equivocó de ruta, terminando en el Mundo Latinesco donde el Análisis Sintáctico era el rey. Análisis que m adoraba desde chiquita y al cual le rezaba todas las noches.
El shock fue tan grande que perdió la memoria.
X se hallaba prisionera, a las puteadas, sin que nadie supiera donde estaba…

3 comentarios:

Jugus dijo...

LLegó el folletín! Por suerte no se mencionó mi rostro de ojete, aparecerá en la pr´xima? =)

Anónimo dijo...

Ay, pobre X, nuevamente detenida!
Que seduzca al guardia y se raje de la cárcel para ir a rescatar a su amiga desmemoriada! Que entre al Mundo Latinesco al grito de "sí, loco, soy una letra griega y me la banco"!

Adórolaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

M

gen71 dijo...

Pobrecita X!
Se agradece el papelito ;)
Ya te contesté! perdón por la demora.
Besos