21 noviembre, 2006

Virgilio Piñera - Entrega 1

En octubre de 1946 este cuento sale publicado en la revista Anales de Buenos Aires, dirigida por Borges
Insomnio
El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarrillo. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz. Pero no puede dormir. A las tres de la madrugada se levanta. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que en seguida tome una taza de tilo y que apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede, el médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga un revolver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa muy persistente.
Gracias Virgilio por haberte dedicado a escribir.

1 comentario:

Jugus dijo...

Qué cosa despreciable el insomnio! Muy bueno el cuento, cuando tenga insomnio voy a probar a ver que pasa :P